Cuando empezó el curso hice un trato con los chicos : si trabajaban mucho , aprendían más y hablaban menos , iríamos a la sala de ordenadores. Pues bien , aunque la última de sus "promesas" no se termina de cumplir del todo , la seño ha querido compensar el esfuerzo realizado hasta el momento, cumpliendo mi palabra.
Intentaremos ir más veces porque se lo pasan bomba con los juegos que hay instalados . Para mí en cambio, supone un estrés añadido pues todos me reclaman a la vez y aún no he aprendido a multiplicarme (...ya sabía yo que sigo siendo una simple maestra sin poderes mágicos) . Aún así , no me importa estar "al borde de un ataque de nervios" por unas horas ,si con ello mis chicos aprenden y se divierten.
Por cierto , ¡¡menudo manejo tienen los peques con las nuevas tecnologías!!
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